jueves, 19 de mayo de 2011

Solo el pueblo salva al pueblo

La banca hunde al pueblo.
El pueblo salva a la banca.
La banca se ríe del pueblo.
El pueblo hunde a la banca.

Solo el pueblo salva al pueblo.

Paco

viernes, 6 de mayo de 2011

Corazón sin jirón

Pasan los años

y cada paso que doy

irremediablemente más cercano

a la muerte soy.

El corazón se ensancha

o decrece, ya no lo se,

pero algo me dice que todavía late

y con eso, de momento,

me vale.


Paco

jueves, 5 de mayo de 2011

El último sueño

El ÁRBOL se arrinconó en su propia soledad, azotado por el miedo. La luna, más cauta que nunca, bajó la mirada y tragó saliva. Luego escupió de rabia. Las lágrimas se habían agotado. El árbol, impecablemente erguido, asustado, observó los muertos que lo rodeaban. Los suyos habían sido salvajemente mutilados, troceados para que una civilización perdida en su propia incomprensión sonriera inconscientemente con sus corazones debilitados .

El árbol se mantenía firme, triste, desolado, como un reo en el corredor de la muerte. Impasible, en silencio, la angustia lo iba devorando esperando que no se alzara el sol. Sentenciado a desaparecer, inocente, recordaba todo lo que se había esforzado por alimentar al aire y la naturaleza que, curiosamente, mantenía parte del equilibrio de la vida de sus despiadados asesinos. No pedía nada a cambio. Simplemente soñaba con el hecho de poder crecer lentamente y mantener apacibles conversaciones privadas con la luna, y con los suyos, ese armonioso y esperanzador bosque que ayudaba a mantener el equilibrio de la vida y la naturaleza.

Sin embargo, esa misma noche no dormiría, lucharía por mantenerse despierto acariciando su último sueño. Una fría y despiadada máquina se mantenía firme e implacable a su lado, esperando que la mano de un ser humano la dirigiera y acabara con su vida, con la del resto del bosque, y de paso con parte del equilibrio de la vida del planeta. Mientras tanto, el osado árbol, ataviado de una última esperanza, infringía vida a su último sueño: no dejaba de soñar cómo derrotar a la ambición.

Paco

miércoles, 4 de mayo de 2011

El artista de la mentira

El artista de la mentira, amanerea el tiempo bajo los escombros de bombas bursátiles e hidrogenadas, violentas fusiones de átomos que coleccionan manos, brazos y piernas ajenas. El artista de la mentira viste con corbata, traje y un corazón descosido y secuestrado por la ambición del dinero, trafica con vidas humanas mientras nuestros ojos se apagan sin ganas de saltar los muros que nos impone, y ha comprado, con las sobras del fin de semana, todos los Estados del Mundo. El artista de la mentira se esconde en su legalizada Reserva asesina, frecuenta nuestras calles desde sus satélites, penetra en nuestras casas a través del televisor y juega al monopoly con nuestras vidas. El artista de la mentira sonríe, se ríe, se ríe de todo, de todo, hasta que nuestra rabia desate nuestros miedos y nuestro odio camine bajo el farol de la venganza cogido por la mano de la libertad. Entonces, el artista de la mentira, que creía que en su boca tan solo cabían sonrisas, que creía carecer de cualquier síntoma de memoria, entonces, el artista de la mentira se acordará de la Revolución Francesa.

Paco

lunes, 2 de mayo de 2011

Son finitas las nolstalgias que recorren mi infancia

Son finitas las nostalgias que recorren mi infancia

el tazón de leche, el bocadillo de nocilla

los sueños interminables

de un niño preso del tiempo.

La calle era mi otra casa

las montañas de arena

los árboles todavía vivos

el aire por momentos limpio

el futuro aún por venir.

Yo iba de aquí allá

ni vencedor ni vencido

tan solo atrapado en el juego

desafiando la ciencia

volando sin alas.

Pero ahora que el recuerdo cada vez

se torna más arrugado y borroso

no se me ocurre otra cosa

que combatirlo desde la distancia

con el mismo arma con el que crecí.

Echándole leña a la imaginación

a ver si así me olvido

de este mundo

de adultos por educar.


Paco