Dime qué identidad prefieres
qué cuerdas atan tu corazón
qué bozal escoges para tus miedos
qué animo tortuoso es el que va y viene
dime qué lienzo estampas en tus emociones
qué música quieres que suene al despertar
qué mañana echará el pestillo a tus tristezas
qué noche sepultará todos tus viejos temores
libérate tu decides auténtica en ti misma
quiérete, ámate, suéñate
alumbrando los territorias de tu alma
en este mundo de espejos invertidos
una mueca es una sonrisa lícita
que los perros del dolor no te muerdan
en esta controlada confusión
que tu vida es tuya
y maldito sea el que niegue esta conclusión.
Paco
La voz habla, el deliro manda, se mezclan las voces, se unen los sentimientos. ¿Quién no ha hablado nunca consigo mismo? Cuando la voz y el delirio se mezclan, nace una nueva esperanza. La tuya, la mia... el descanso, la victoria de unos huesos descartados en la partida, la victoria de una lengua transformada en tinta, en sudor, en palpitación, en ansiedad dispersa. La voz y el delirio. Amigos inseparables desde que el delirio le dijo a la voz: Este puede ser el principio de una gran amistad.
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