viernes, 30 de diciembre de 2011

Construir una ilusión

Construir una ilusión con tres besos

un abrazo capaz de partirle la boca

al desconsuelo, sobrevolar los nidos

de corbatas y dinero, los podridos

ayuntamientos, sus nocivos vientos,

echar bombas y sonreír contento,

encender un ventilador cerca

del polvo que cubre tu alma,

gritar, bailar, construir una nueva

realidad, vivir en paz, vivir siendo

lo que uno quiere ser, lo que uno

se merece ser, lo que tú quieras ser.


Paco

viernes, 16 de diciembre de 2011

Disfuncional

He intentado ser un círculo en el horizonte

y rodar hasta chocar y tumbar y roer al sol

cuando juega a ser invisible.

He intentado ser transitable

en este mundo insertado en la niebla

cautivo en su propia rigidez

huérfano de introspección,

cansado pero no exhausto

no soporto ver tantos corazones

contando sus latidos marcha atrás.

Inmóvil ataviado de música

y masajeado por los dedos

de un rayo de luz intrépido y silencioso

mientras se templan mis impulsos

te miro y

desde tus labios

se factura un beso destinado a hacerme feliz

ahora que los amigos

cada vez son más una

sombra irremediablemente estirada

y confusa, justo en el eje de la lejanía,

ya me cansé de

saltar de celda en celda,

murmurando a la tumba del silencio

soy capaz de concentrarme

escucho al fin los violines entusiasmados

de la alegría, su fresca armonía,

mientras

el mundo continúa siendo disfuncional

la gente maquilla a diario sus emociones

yo desnudo mis sueños

y tu, querida luna,

no te cansas de aullar a orillas

de la sombra del hombre lobo.


Paco

miércoles, 7 de diciembre de 2011

En el vasto mundo de la locura

En el vasto mundo de la locura, uno puede escoger el personaje que desee ser. Uno mismo puede ser viento, pensar que es invisible y esconderse de la magnitud de las sombras ajenas. El alivio es inmediato. También inevitable. Desaparece de golpe la falsa impresión de estar sumergido en el ridículo esperpento de sentirse diferente y extraño entre extraños. Uno mismo, al mismo tiempo, puede escoger la opción de ser héroe, librar batallas bestiales con demonios imaginarios y salvar a princesas que jamás entendieron que continuarían siendo, por los tiempos de los tiempos, simple cartílago que lleva a cuestas dos kilos de bacterias. Ese héroe, indómito y sectario que penetra en la mente paulatinamente hasta invadir los cajones de la conciencia, también muere, es esfuma, como un deseo irrevocable penalizado por la realidad, ese bofetón palpable a la esencia de los sueños.


Son cuantiosas las opciones que nos otorga perdernos en el profundo pantano de la locura. Uno mismo puede ser el masajista de su imaginación, colaborar con sus miedos para escudriñar en otras alternativas, demoledor de muros, paisajista infinito, perpetuo soñador gimiendo en el eje de sus propios deseos. Pero, ¿Qué personaje has elegido tu, querido lector, para salir a la calle hoy? ¿Qué tipo de locura precede a tu razón en este mundo encogido de rostro desfigurado? ¿Qué más da que uno se lance desde un séptimo piso esperando que las alas surjan antes de besar el asfalto?


Porque al fin y al cabo, los cuerdos son muertos en vida que se ciñen al ostracismo de sus deseos… y sus libertades.

Paco