sábado, 12 de marzo de 2011

Me gustaría ponerle un título a mi alma

Me gustaría ponerle un título a mi alma
espantar los viejos fantasmas hasta un hondo
olvido, me gustaría guardar mis amarguras
entre seis maderas y veinte clavos
y liberarlas en régimen de semiabierto
y dejar de ser de las emociones esclavo
descomponiendo mis livianas tristezas
en trocitos que devoren los cuervos.

Me gustaría estar aquí y ahora, hincar
el diente al viento con el sentido con el que
se manifiesta la rabia, revelando sus
propios sueños con ventanas al infierno
para suplir el mezquino mañana
por un presente que se olvide de lo incierto.

Rosales dejados a merced del veneno.
¿Os dáis cuenta? Aventad vuestras ilusiones.

Aquí trago pero no escupo
soy uno más perdido en esta forzada
maquinaria de mentiras desde el alba
pero en penumbras pegadito a orillas
del silencio
tecleado por el sonido de la lluvia, mientras
azota con estimado afecto los cristales
con tu pecho de amor como almohada
cierro los ojos y pienso
en el título para mi alma:
De vacaciones.

Mundo Ingrato.
De vacaciones me muestro.

Paco

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