Asaltado por eucaliptos encapuchados
en medio de la noche se trama un destierro
mi mente huye sin calzarse las ilusiones
contra la pared, mis sueños quedan desenchufados.
No queda nada donde hurgar
perdido en un surco de imprecisiones
forjo de hierro mi corazón, castillo inviolable,
no quiero golpes, detesto los mordiscos,
en medio de la noche la luna ha bailado
con sus fijas medias y zapatos lisos.
Granizado me hallo en este lícito desconsuelo
estrangulando los malos sabores con un beso
los quehaceres de un dolor invisible y fresco
me denominan tontusco, voy averiado sin luna
solo espero que el sol me alumbre sin censuras.
Paco
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