jueves, 16 de diciembre de 2010

Estoy cansado de formar parte de una generación de escombros


Estoy cansado de formar parte de una generación de escombros /
con sus ratoneras para lubricar esperanzas
con su silencio como bandera del conformismo
con su identidad lóbrega y por parir, aquí
vuelan los sueños sobre vértigos incorregibles,
no se sueña como corriente alternativa,
cada uno deambula sobre el propio peso de su indiferencia.

Somos los hijos de los que sufrieron y sobrevivieron
besando el filo del machete, lo hijos de los desconsolados,
sin memoria, sin más corazón que el latido del desvelo
en un éter abstracto, se muere poco a poco
esta generación, con la cara marcada por el odio,
enjaezada con las cenizas de su propio incendio,
el del olvido, el del autoflagelo, el del impalpable desencanto
crepitando sobre la alfombra de nuestros ojos.

La noche ha peinado el descanso empapado
en recuerdos arrugados, ahora nos escondemos en
los ingredientes de una televisión que amargan
nuestra salud neuronal, el maullido vistoso
de un grasiento conformismo nos mantendrá atentos
a ver qué sucede, a ver cómo seguimos construyendo un futuro de escombros, a ver cómo llegamos a un futuro
con cristales en la piel de sus pies, cristales desechables,
un futuro de una generación tabicando
muros de hormigón entre alma y alma
para que la humanidad siga siendo
un simple aullido acuchillado.

Paco

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