viernes, 15 de octubre de 2010

Condenado

Condenado a ser pisoteado por la memoria
a no recordar más que una selección de inconexas
realidades, de pasados por fumigar, de
atardeceres que se apagaron para siempre.

Condenado a ser reposo en el interior de mi
inmóvil existencia, a vivir en este ataud
que va desde el cielo hasta la tierra, condenado
a caminar en un presente de famélica esperanza.

Condenado a ser un vagabundo sin sombras,
desorientado en el oleaje de lo absurdo,
comparecer como un triste personaje sin nombre,
condenado a morir en los interminables abrazos del hambre.

Paco

No hay comentarios:

Publicar un comentario