martes, 26 de octubre de 2010

El hombre magnético


El hombre magnético cuelga sus
lágrimas a secar,
se va el odio, marcha de frente sin arrepentimiento,
se va huraño, frío, desangrándose.
Son las 16 y algo
perdido encuentra grietas en la sociedad, el
hombre magnético, raíles por la
densidad de su estómago
cuidado circula la ansiedad,
sin frenos, desbordada, adictiva,
atropella el vacío, lo invade,
se muere el jardín de la paz
cría anguilas en las venas
sufriendo el reino de la inmensa minoría
mientras tanto, el hombre magnético
sigue colgando sus lágrimas, no se secan,
no se puede secar un mar de impotencia
se mira sin rostro en el espejo y no se reconoce
rodeado de inútiles realidades
el hombre magnético atrae los desechos
emociones sin casa que buscan un alojamiento
que se instalan, que le disparan,
como esta sociedad que expulsa lo diferente
esta maldita y perdida sociedad, que
si le golpea, él la golpea
si lo derrota, el la lucha
si lo mata, nadie dirá nada.

Paco

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